Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración... Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Romanos 12:12, 15
Señor nuestro Dios, te damos gracias por tu evangelio, por las grandes y buenas nuevas que llevamos en nuestros corazones, para alegrarnos en este tiempo, aunque en todas partes la gente padece angustia y agonía. Te agradecemos porque tu evangelio llena nuestros corazones de compasión, y nos activa para acompañar a muchos en lo que tienen que sufrir. Muéstranos la necesidad que tenemos de ti, para que podamos recibir tu ayuda. Si debemos ser los primeros en sufrir toda clase de dolor y aflicción, que lo hagamos con alegría, porque tenemos la promesa de ser bendecidos en medio de todo dolor. Que continuemos honrando tu nombre, alabándote por la buenas nuevas de tu reino, y la promesa de que todo en su conjunto debe servir para el bien, por medio de nuestro Salvador Jesucristo. Amén.
Señor nuestro Dios, te damos gracias por tu evangelio, por las grandes y buenas nuevas que llevamos en nuestros corazones, para alegrarnos en este tiempo, aunque en todas partes la gente padece angustia y agonía. Te agradecemos porque tu evangelio llena nuestros corazones de compasión, y nos activa para acompañar a muchos en lo que tienen que sufrir. Muéstranos la necesidad que tenemos de ti, para que podamos recibir tu ayuda. Si debemos ser los primeros en sufrir toda clase de dolor y aflicción, que lo hagamos con alegría, porque tenemos la promesa de ser bendecidos en medio de todo dolor. Que continuemos honrando tu nombre, alabándote por la buenas nuevas de tu reino, y la promesa de que todo en su conjunto debe servir para el bien, por medio de nuestro Salvador Jesucristo. Amén.
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Fuera de lo superficial, puedes vivir renovada
pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna».
Juan 4:14 (NBLA)
Recibí una invitación para dirigir un estudio bíblico en el otoño, pero esa temporada ya me tenía al límite con compromisos familiares, fechas de entrega de escritura, un trabajo que implicaba viajes constantes y más.
¿Podría añadir una cosa más a mi calendario? Probablemente no era lo más sensato, pero mi personalidad “hacedora” quería intentarlo.
Una voz suave y tranquila en mi interior me empujó a considerar lo contrario.
¿No es éste el dilema? Cuando ya estamos al borde de nuestra capacidad, y repasamos todos los escenarios posibles para ver cómo encajar una tarea más, terminamos atrapadas en las aguas superficiales de nuestra vida espiritual. Nos cuesta encontrar nuestro ritmo; deseamos una fe más profunda, pero estamos agotadas por el peso de un corazón ya sobrecargado. Estamos espiritualmente secas, y ansiamos algo que nos llene y nos renueve por dentro.
En Juan 4, una mujer con una sed desesperante se encontró con Jesús junto a un pozo. Ella había ido allí para recoger agua sin que nadie la viera y luego marcharse. Pero Jesús entabló con ella una conversación, llevándola a analizar con más detenimiento el tipo de agua que estaba recibiendo.
Jesús le ofreció lo que anhelaba su corazón: agua viva. Le dijo, “…el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna»” (Juan 4:14).
Él le reveló Su identidad como el Mesías, y la vida de una mujer sedienta y solitaria fue redimida.
¿Aceptaremos el agua que Él nos ofrece? Jesús llega a lo más profundo de nuestro ser, y con Sus manos, nos da de beber esa agua que trae vida eterna y limpia nuestros pecados. La renovación es nuestra, si tan solo bebemos.
Entonces, ¿cómo podemos vivir renovadas? Pasando tiempo con Jesús meditando en Su Palabra, quizás mientras nos tomamos el café de la mañana. Invitando a algunas mujeres a reunirse regularmente para orar y buscar al Señor juntas. Estando atentas a Su presencia durante el día, ya sea en las palabras de una desconocida o incluso en el vuelo de un pájaro sobre nosotras.
Como nuestra Agua Viva, Jesús puede llevarnos más profundo hacia la vida que anhelamos. Y una vez que llevemos esa copa a nuestros labios, nos sumergimos de lleno en Sus aguas plenas, vibrantes y eternas.
Podemos dejar de quedarnos en lo superficial. Fuimos creadas para saciar nuestra sed en Él.
Permanezcamos cerca de la fuente donde Su agua nos limpia una y otra vez. Al recibir por completo a Jesús, también podemos llevar a otras personas a la fuente de vida eterna.
Señor, estoy sedienta y deseo ser saciada. Tengo sed de Ti. Mi alma te anhela. Necesito permanecer unida a la fuente de agua viva. Lléname con todo lo que Tú me ofreces, sacia estos lugares secos y permíteme recibir todo lo que Tú me das. A Ti elevo mi mirada. En el Nombre de Jesús, Amén.
pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna».
Juan 4:14 (NBLA)
Recibí una invitación para dirigir un estudio bíblico en el otoño, pero esa temporada ya me tenía al límite con compromisos familiares, fechas de entrega de escritura, un trabajo que implicaba viajes constantes y más.
¿Podría añadir una cosa más a mi calendario? Probablemente no era lo más sensato, pero mi personalidad “hacedora” quería intentarlo.
Una voz suave y tranquila en mi interior me empujó a considerar lo contrario.
¿No es éste el dilema? Cuando ya estamos al borde de nuestra capacidad, y repasamos todos los escenarios posibles para ver cómo encajar una tarea más, terminamos atrapadas en las aguas superficiales de nuestra vida espiritual. Nos cuesta encontrar nuestro ritmo; deseamos una fe más profunda, pero estamos agotadas por el peso de un corazón ya sobrecargado. Estamos espiritualmente secas, y ansiamos algo que nos llene y nos renueve por dentro.
En Juan 4, una mujer con una sed desesperante se encontró con Jesús junto a un pozo. Ella había ido allí para recoger agua sin que nadie la viera y luego marcharse. Pero Jesús entabló con ella una conversación, llevándola a analizar con más detenimiento el tipo de agua que estaba recibiendo.
Jesús le ofreció lo que anhelaba su corazón: agua viva. Le dijo, “…el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna»” (Juan 4:14).
Él le reveló Su identidad como el Mesías, y la vida de una mujer sedienta y solitaria fue redimida.
¿Aceptaremos el agua que Él nos ofrece? Jesús llega a lo más profundo de nuestro ser, y con Sus manos, nos da de beber esa agua que trae vida eterna y limpia nuestros pecados. La renovación es nuestra, si tan solo bebemos.
Entonces, ¿cómo podemos vivir renovadas? Pasando tiempo con Jesús meditando en Su Palabra, quizás mientras nos tomamos el café de la mañana. Invitando a algunas mujeres a reunirse regularmente para orar y buscar al Señor juntas. Estando atentas a Su presencia durante el día, ya sea en las palabras de una desconocida o incluso en el vuelo de un pájaro sobre nosotras.
Como nuestra Agua Viva, Jesús puede llevarnos más profundo hacia la vida que anhelamos. Y una vez que llevemos esa copa a nuestros labios, nos sumergimos de lleno en Sus aguas plenas, vibrantes y eternas.
Podemos dejar de quedarnos en lo superficial. Fuimos creadas para saciar nuestra sed en Él.
Permanezcamos cerca de la fuente donde Su agua nos limpia una y otra vez. Al recibir por completo a Jesús, también podemos llevar a otras personas a la fuente de vida eterna.
Señor, estoy sedienta y deseo ser saciada. Tengo sed de Ti. Mi alma te anhela. Necesito permanecer unida a la fuente de agua viva. Lléname con todo lo que Tú me ofreces, sacia estos lugares secos y permíteme recibir todo lo que Tú me das. A Ti elevo mi mirada. En el Nombre de Jesús, Amén.
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Busquen al Señor y a su fuerza, búsquenlo continuamente. Recuerden las maravillas y los milagros que ha realizado. Salmo 105:5
❤11🙏3
Que tu conducta sea el testimonio más fuerte y el mensaje más claro que otros puedan escuchar para ser salvos! ❤
❤22🥰4🙏4🔥1
Algunos días conquistas montañas, en otros duele hasta respirar, pero en ambos días creeme que Dios estará contigo 🤍
❤23🙏9
Que lindo es cuando tocas un instrumento.. 🎹 y te concentras en la alabanza. Y Dios te hace llorar en su presencia 🙌🥺❤️🩹 ... Eso es hermoso ✨🙌🤍
❤24
_Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados_
*Proverbios 16:3*. 🤍
*Proverbios 16:3*. 🤍
❤20🙏8
_Pase lo que pase en tu vida, nunca te desanimes, ni dejes de pedirle a Dios. Los días malos son pasajeros, el amor de Dios es eterno. 🙏🏻🙇♂️_
❤16🙏9
> *Dios tiene un propósito en tú vida solo tienes que seguir orando y esperar, porque el tiempo de Dios es perfecto y el es bueno en gran manera 🙌🏻✨*
❤18🙏5
🌙 𝐓𝐮́ 𝐟𝐢𝐝𝐞𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝, 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑, 𝐧𝐨𝐬 𝐝𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐳 𝐲 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐪𝐮𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝, 𝐞𝐧 𝐭𝐮𝐬 𝐛𝐫𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐬𝐞 𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬. 👑✨
❤18🙏1
El conocimiento es poder, con ese poder nadie te puede engañar.
Sumate a nuestras lecturas diaria y permanece en la intimidad con Dios..
Sumate a nuestras lecturas diaria y permanece en la intimidad con Dios..
❤16🔥4🙏3
Quiebrame y hazme distinta, aunque me duela, hazme a tu forma .. !!
🥺❤️🩹
🥺❤️🩹
🔥16❤9🙏3