“Mejor es modificar nuestros deseos que la ordenación del mundo”

René Descartes

En la esencia misma de la poesía hay algo indecente: expresamos cosas que ignorábamos tener en nosotros.

Czeslaw Milosz

En qué idioma cae la lluvia sobre ciudades dolorosas?

"Libro de las preguntas", Pablo Neruda

Los vivos eran los que no se daban cuenta de que sucedían cosas extrañas y maravillosas, porque la vida estaba demasiado llena de cosas aburridas y mundanas.

"El segador", Terry Pratchett

Me has hecho indestructible porque contigo no termino en mí mismo.

"Canto general", Pablo Neruda

Cada generación debe repensar la historia.

"Las fuerzas morales", José Ingenieros

Escuchar. Eso no es nada especial, dirá, quizás, algún lector; cualquiera sabe escuchar. Pues eso es un error. Muy pocas personas saben escuchar de verdad.

"Momo", Michael Ende

Mi mayor virtud es conformarme con poco.

"Walden", Henry David Thoreau

Con tiempo suficiente, uno se acostumbra prácticamente a todo.

"El único e incomparable Iván", Katherine Applegate

El que domina su cólera domina su peor enemigo.

"Los cuatro libros", Confucio

Ser responsable significa ser selectivo, ir eligiendo.

"Ante el vacío existencial", Viktor Frankl

Si por el camino recto no puedes llegar a ser una persona extraordinaria, jamás lo conseguirás yendo por los caminos torcidos.

"Grandes esperanzas", Charles Dickens

No desistas. Normalmente, es la última llave del llavero la que abre la puerta.

"El manuscrito encontrado en Accra", Paulo Coelho

El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente.

"Memorias de Adriano", Marguerite Yourcenar

Defensa de la Alegría

Defender la alegría como una trinchera
Defenderla del escándalo y la rutina
De la miseria y los miserables
De las ausencias transitorias
Y las definitivas

Defender la alegría como un principio
Defenderla del pasmo y las pesadillas
De los neutrales y de los neutrones
De las dulces infamias
Y los graves diagnósticos

Defender la alegría como una bandera
Defenderla del rayo y la melancolía
De los ingenuos y de los canallas
De la retórica y los paros cardiacos
De las endemias y las academias

Defender la alegría como un destino
Defenderla del fuego y de los bomberos
De los suicidas y los homicidas
De las vacaciones y del agobio
De la obligación de estar alegres

Defender la alegría como una certeza
Defenderla del óxido y la roña
De la famosa pátina del tiempo
Del relente y del oportunismo
De los proxenetas de la risa

Defender la alegría como un derecho
Defenderla de Dios y del invierno
De las mayúsculas y de la muerte
De los apellidos y las lástimas
Del azar y también de la alegría.

Mario Benedetti.✨