🥀. @mundoadolescentee

𝐴𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑒𝑠 𝑛𝑒𝑐𝑒𝑠𝑎𝑟𝑖𝑜 𝑐𝑎𝑒𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑟 𝑞𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎́ 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜 𝑒𝑛 𝑡𝑢𝑠 𝑝𝑒𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠, 𝑦 𝑒𝑠 𝑡𝑟𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑑𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑛𝑜 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒...

🫀. @mundoadolescentee

Imagínate perder
comunicación conmigo y no volver a escuchar mis preguntas raras sobre la vida, mis audios contándote mi día, no volver a escuchar mis chistes malos, las cosas randoms que me pasan todos los días, las caras raras que hago.

🫀. @mundoadolescentee

𝑈𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑒𝑠 𝑛𝑜 𝑓𝑜𝑟𝑧𝑎𝑟 𝑛𝑎𝑑𝑎, 𝑛𝑖 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠, 𝑛𝑖 𝑎𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑𝑒𝑠, 𝑛𝑖 𝑎𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜‌𝑛, 𝑛𝑖 𝑎𝑚𝑜𝑟. 𝐿𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠 𝑓𝑜𝑟𝑧𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑛𝑜 𝑣𝑎𝑙𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑛𝑎. 𝑆𝑖 𝑓𝑢𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎 𝑠𝑖𝑒‌𝑛𝑡𝑒𝑡𝑒 𝑎𝑔𝑟𝑎𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜, 𝑦 𝑠𝑖 𝑛𝑜 𝑓𝑢𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎 𝑝𝑢𝑒𝑠 𝑛𝑖 𝑚𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑓𝑙𝑢𝑦𝑒, 𝑓𝑙𝑢𝑦𝑒 𝑦 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑓𝑎𝑙𝑙𝑎, 𝑓𝑎𝑙𝑙𝑎...

🥀. @mundoadolescentee

𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑠𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑎ℎ𝑜𝑔𝑎𝑟 𝑠𝑢 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟... 𝐴𝑙𝑔𝑢𝑛𝑜𝑠 𝑏𝑒𝑏𝑒𝑛 𝑜 𝑓𝑢𝑚𝑎𝑛. 𝑂𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑛𝑒𝑛 𝑚𝑢́𝑠𝑖𝑐𝑎 𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛. 𝑌𝑜, 𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜, 𝑙𝑒𝑜.. 𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒, ¿𝑞𝑢𝑒́ 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑚𝑎𝑛𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑝𝑎𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑡𝑎𝑟 𝑎 𝑜𝑡𝑟𝑜?

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𝑌𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑒𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑎𝑟𝑙𝑒 𝑎𝑙 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎́ ℎ𝑎𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑎𝑙 𝑦 𝑛𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑠𝑡𝑖𝑚𝑎...

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𝐿𝑎 𝑎𝑑𝑜𝑙𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑣𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑢𝑓𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑦 𝑎𝑢𝑡𝑜𝑐𝑜𝑛𝑓𝑖𝑎𝑛𝑧𝑎 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑎𝑢𝑡𝑜𝑑𝑒𝑠𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑦 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛...

🥀. @mundoadolescentee

No leíste esto por casualidad:
Viene algo mejor, con menos mentiras y más amor.

Ella arruinó su paz mental para quedarse un poco más contigo, no te atrevas a cuestionar su lealtad

Quiero tomar un momento para disculparme por no haber compartido frases propias los últimos días. Estos días han sido un verdadero desafío, y la verdad es que no he estado bien emocionalmente. Hace poco perdí a una de las personas más importantes de mi vida: mi abuelo. Su ausencia ha dejado un vacío inmenso en mi corazón, y ha sido difícil encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que siento. La tristeza y la nostalgia me han acompañado, y he estado lidiando con una montaña rusa de emociones. A pesar de todo, estoy decidida a seguir adelante y compartir lo que me inspira❤️‍🩹. Así que pronto subiré unas frases que espero resuenen con ustedes y que refleje un poco de lo que he estado sintiendo. Gracias por seguir aquí.

Y de repente, como un torrente inesperado, la mente se inunda de recuerdos que emergen de las profundidades del alma. Cada instante, cada risa compartida, cada susurro en la penumbra, se deslizan por mis pensamientos como hojas arrastradas por el viento. Esos momentos, que alguna vez fueron fuentes de alegría y calidez, ahora se convierten en punzadas de nostalgia que atraviesan mi corazón. Los ojos, traicioneros en su fragilidad, se llenan de lágrimas que caen como gotas de lluvia en un día gris. Cada lágrima es un reflejo de lo que fue y de lo que ya no será, un testimonio silencioso del dolor que acompaña la pérdida y de la lucha interna entre el deseo de aferrarse a esos recuerdos y la necesidad de dejar ir. Siento cómo el nudo en mi garganta se aprieta, mientras la tristeza se mezcla con la gratitud por haber vivido esos momentos. La risa, las miradas cómplices, los abrazos que parecían eternos; todo regresa con una claridad desgarradora, como si el tiempo no hubiera pasado. En este vaivén emocional, me doy cuenta de que los recuerdos son un refugio y una carga al mismo tiempo, una danza entre el amor y el dolor. En medio de esta tormenta interna, busco la calma, intentando encontrar sentido en el caos. Las lágrimas fluyen, pero también lo hace una especie de liberación; es como si cada gota llevara consigo un fragmento del peso que llevo dentro. Y así, en este momento de vulnerabilidad, me permito sentir, recordar y llorar. Porque aunque el camino hacia la aceptación sea largo y lleno de obstáculos, cada lágrima es un paso más hacia la sanación, hacia la reconciliación con mi propia historia.

🥀. @mundoadolescentee

No todo el que sonríe es feliz. A menudo, detrás de una sonrisa radiante se ocultan historias de dolor y sufrimiento que son invisibles a los ojos de los demás. Existen lágrimas en el corazón que nunca llegan a brotar, sentimientos que se encierran en lo más profundo del ser, donde las palabras no pueden alcanzarlos. A veces, el peso de la tristeza es tan grande que se convierte en un compañero silencioso, y aunque el rostro pueda reflejar alegría, el alma puede estar luchando una batalla interna. Es tan real que muchas personas caminan por la vida con una máscara, ocultando sus verdaderas emociones para no preocupar a quienes les rodean. La vida puede ser un escenario donde todos interpretamos un papel, pero es fundamental recordar que detrás de cada sonrisa hay una historia, y detrás de cada mirada alegre puede haber un mundo de sentimientos no expresados. Aprendamos a mirar más allá de las apariencias y a ser más compasivos, porque nunca sabemos qué carga lleva cada persona en su corazón.

🥀. @mundoadolescentee

Es difícil olvidar a alguien que te dio tanto que recordar. Cada momento compartido se convierte en una joya preciosa, un destello de felicidad que brilla en la memoria. Las risas, las conversaciones profundas y los silencios cómodos forman un tapiz de vivencias indestructible. Cuando miro hacia atrás, cada recuerdo es como una película en mi mente, donde tú eres el protagonista. Recuerdo tus gestos que me hacían sonreír y cómo brillaban tus ojos al hablar de sueños. El tiempo parece haberse detenido en esos momentos, pero la vida avanza y me encuentro atrapado en la nostalgia. A veces busco tu risa en lugares donde solíamos estar, deseando revivir esos instantes. La ausencia se siente como una sombra constante, recordándome lo que he perdido. Intento encontrar consuelo en saber que esos recuerdos son parte de mí, aunque a menudo lucho entre aferrarme a ellos y seguir adelante. Cada día es un desafío: aprender a vivir con la melancolía y aceptar que, aunque ya no estés presente, tu impacto sigue resonando en mi vida. Quizás olvidar no sea el objetivo, sino aprender a llevar contigo lo hermoso mientras me abro a nuevas experiencias. Así, aunque nunca pueda olvidar por completo, puedo vivir con esos recuerdos como parte de mi historia mientras sigo avanzando hacia el futuro.

🥀. @mundoadolescentee

A veces, en medio de la rutina diaria, me encuentro diciendo "estoy bien" como si fuera una respuesta automática que he aprendido a pronunciar con una sonrisa. Pero en el fondo, hay una parte de mí que anhela algo más profundo, algo que va más allá de las palabras. Quisiera que alguien, en lugar de aceptar esa afirmación superficial, se detuviera un momento, me mirara a los ojos y dijera: "No, no lo estás". Ese simple gesto de reconocimiento podría abrir la puerta a un torrente de emociones que he estado conteniendo. Quisiera que esa persona entendiera que detrás de mi sonrisa hay un mar de pensamientos y sentimientos no expresados, una lucha interna que a menudo se siente abrumadora. Tal vez me gustaría que me abrazara, envolviéndome en un manto de comprensión y empatía, como si dijera: "Está bien no estar bien. Estoy aquí para ti". En esos instantes, el abrazo se convertiría en un refugio seguro, un espacio donde podría soltar las cargas que llevo dentro sin miedo al juicio. Sería un alivio poder compartir mis miedos, mis inseguridades y mis dudas sin temor a ser malinterpretado o minimizado. A veces, solo necesitamos que alguien valide nuestro dolor y nos recuerde que no estamos solos en esta lucha. Es en esos momentos de vulnerabilidad donde la verdadera conexión humana florece. Desearía que las personas pudieran ver más allá de la superficie y darse cuenta de que la fortaleza no siempre se manifiesta en sonrisas. A veces, la verdadera valentía radica en permitirnos ser frágiles y aceptar que está bien pedir ayuda. Así que, cuando digo "estoy bien", en el fondo estoy esperando ese abrazo sincero, ese reconocimiento de que no tengo que llevar esta carga sola. Porque todos necesitamos ese espacio donde podemos ser auténticos y encontrar consuelo en la compañía de quienes realmente se preocupan por nosotros.

🥀. @mundoadolescentee

Llorar por una cosa se convierte en un desahogo emocional, liberando un torrente de sentimientos que había estado conteniendo. Lo que comienza como un pequeño desencanto se transforma en un viaje a través de recuerdos dolorosos, decisiones fallidas y sueños perdidos. Cada lágrima arrastra consigo el peso de relaciones desgastadas y oportunidades perdidas, revelando la tristeza y la frustración acumuladas. Este llanto es un acto de purificación que alivia la tensión interna, permitiéndome reconocer y aceptar el caos en mi vida. Aunque me sienta vulnerable, hay una liberación en expresar ese dolor. Al final, cada lágrima me acerca a la sanación, la aceptación y el cambio, recordándome que está bien sentir y que cada emoción es parte de mi camino hacia la claridad y la reconstrucción.

🥀. @mundoadolescentee

Cuando supe que te habías marchado, respirar se convirtió en un esfuerzo titánico. Cada inhalación dolía, como si el aire estuviera cargado de tu ausencia. La realidad se tornó en un eco vacío, y el tiempo perdió su sentido; los días se alargaban, recordándome que ya no habría más sonrisas compartidas ni miradas cómplices💔. Los recuerdos se agolpaban en mi mente: tus risas, las conversaciones bajo las estrellas, ahora resonaban como ecos distorsionados por la tristeza. Las lágrimas se convirtieron en mis compañeras, cada una testimoniando lo que había perdido y los sueños que flotaban en el aire. Me encontraba atrapada entre aferrarme a esos recuerdos y aprender a soltar. Intentaba encontrar consuelo en las pequeñas cosas: la música, un rayo de sol, el canto de un pájaro, pero incluso esos momentos estaban teñidos de melancolía. La vida seguía su curso, y yo me sentía como un náufrago en un mar de recuerdos. A veces dudaba si podría volver a reír sin el peso de tu ausencia. Sin embargo, comenzaba a entender que sanar no significaba olvidar, sino llevar contigo lo que significaste en mi vida❤️‍🩹. Aprendí que llorar era una forma de honrar lo compartido. Aunque el camino hacia la aceptación era incierto, cada paso me acercaba a la paz interior y, con cada respiración, vislumbraba la posibilidad de renacer en medio del dolor.

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Me sentía triste, no tenía a quién contarselo ni nada, entonces abracé mi almohada, y con una lágrima en la mejilla, me dormí y soñé que era feliz.

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Recuerdo con claridad el último día que compartí contigo. Fue un día especial, lleno de luz y esperanza. Fuimos a la iglesia, un lugar que siempre ha sido un refugio para nosotros, pero nunca pensé que te vería allí con nosotros. Sin embargo, dos meses antes, en el mes de noviembre, habías tomado una decisión que cambiaría tu vida: te bautizaste❤️‍🩹. Fue un momento tan significativo, y pude ver cómo Dios había obrado en tu corazón, llenándolo de fe y amor. Esa transformación fue un regalo no solo para ti, sino también para todos los que te rodeamos. El bautizo fué precioso, y mientras escuchábamos las palabras del hermano en la presidencia, sentí una profunda gratitud por tenerte en mi vida❤️‍🩹.
El último día que estuve contigo después de ir ese día a la iglesia, regresamos a casa, donde compartimos unas horas que se sintieron como un regalo del cielo❤️‍🩹. La risa resonaba en cada rincón; nuestras conversaciones fluían con la naturalidad de quienes se conocen profundamente. Recordamos viejos tiempos, me preguntaste por la universidad, me dijiste que algún día sería una gran abogada, compartimos anécdotas y sueños, y cada risa era un recordatorio del vínculo especial que teníamos. Me sentí tan afortunada de poder compartir esos momentos contigo❤️‍🩹. Sin embargo, al final del día, cuando llegó el momento de despedirnos, sentí una punzada en el corazón. Me hubiera gustado abrazarte más fuerte, como si ese abrazo pudiera encapsular todo el amor que siento por ti. Quería decirte lo mucho que te amo, lo importante que eres para mí y cómo has impactado mi vida de maneras que quizás nunca llegues a saber. Pero en ese momento, las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta; solo pude sonreír mientras decías adiós, sin saber que era la última vez que te vería. Cuatro días después, la noticia llegó como un golpe devastador. Me costó asimilar lo que estaba escuchando; no podía creer que habías partido. La realidad se desmoronó a mi alrededor, y el dolor me envolvió como un manto oscuro. Las lágrimas fluyeron sin control mientras intentaba entender cómo podía ser posible perder a alguien tan querido. En esos momentos de dolor profundo, me di cuenta de lo frágil que es la vida y lo valioso que es cada instante compartido. Ahora, mientras trato de encontrar mi camino en este mundo sin ti, busco consuelo en Dios❤️‍🩹. Solo Él puede darme la fortaleza necesaria para superar tu partida. Sé que Él está aquí, sosteniéndome en mis momentos más difíciles y brindándome la paz que tanto anhelo en mi corazón. Aunque el vacío que dejas es inmenso y el dolor persiste, me aferro a la esperanza de que algún día volveremos a encontrarnos.
Te llevo conmigo en cada paso que doy, en cada rayo de sol que ilumina mis días y en cada estrella que brilla en la noche. A veces, cuando miro al cielo, siento que estás ahí, cuidándome y guiándome. Gracias por ser parte de mi vida, por las risas compartidas y por los momentos inolvidables. Te extraño profundamente, pero sé que tu esencia vive en mí y en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerte. Siempre serás una luz en mi camino y un recordatorio del amor eterno que trasciende incluso las barreras de la vida y la muerte.

🥀. @mundoadolescentee