DEVOCIONAL: ¿LEJOS DE CASA?
La parábola del hijo pródigo es una de las historias más conocidas de Jesús. Nos habla de un hombre que tenía 2 hijos. Un día, el hijo menor decidió irse de la casa y se fue muy lejos. Allá se gastó toda la herencia que exigió que su papá le diera antes de marcharse. Después de perderlo todo, se arrepintió y decidió regresar.
Contrario a lo que se esperaba, su papá lo recibió con brazos abiertos y festejó el regreso de su hijo amado. El otro hijo no estaba nada contento. La realidad era que su hermano había renegado de la familia y había despilfarrado sus bienes. ¿Cómo le podían dar tan buen recibimiento?
¿Con cuál hijo te identificas mejor hoy?
A veces nos desviamos, abandonamos la presencia del Padre y decidimos vivir por nuestra cuenta y a nuestro riesgo. Pero tarde o temprano entendemos que la vida sin Dios es como un desierto: todo es ilusión, soledad y vacío. O tal vez te pareces más al hijo mayor: aparentemente estás en la casa del Padre - hasta le prestas algún servicio
La parábola del hijo pródigo es una de las historias más conocidas de Jesús. Nos habla de un hombre que tenía 2 hijos. Un día, el hijo menor decidió irse de la casa y se fue muy lejos. Allá se gastó toda la herencia que exigió que su papá le diera antes de marcharse. Después de perderlo todo, se arrepintió y decidió regresar.
Contrario a lo que se esperaba, su papá lo recibió con brazos abiertos y festejó el regreso de su hijo amado. El otro hijo no estaba nada contento. La realidad era que su hermano había renegado de la familia y había despilfarrado sus bienes. ¿Cómo le podían dar tan buen recibimiento?
¿Con cuál hijo te identificas mejor hoy?
A veces nos desviamos, abandonamos la presencia del Padre y decidimos vivir por nuestra cuenta y a nuestro riesgo. Pero tarde o temprano entendemos que la vida sin Dios es como un desierto: todo es ilusión, soledad y vacío. O tal vez te pareces más al hijo mayor: aparentemente estás en la casa del Padre - hasta le prestas algún servicio
pero a pesar de eso, tu corazón está lejos de Dios. Tienes todo a tu alcance, pero no conoces completamente al Padre y su amor tan leal y generoso.
Sea cual sea el tipo de distancia entre el Padre y tú, ¡hoy es un buen momento para regresar a Dios!
Regresa: el Padre te espera
Recuerda que Dios tiene compasión sin importar la situación en la que te encuentres. Él es compasivo siempre.
Ora, habla con Dios. Pídele perdón y reconcíliate con él.
Acércate al Padre como un hijo que ama y aprecia su compañía.
Jesucristo es nuestro ejemplo mayor como Hijo de Dios. Esfuérzate en parecerte más a él.
El Padre amoroso tiene sus brazos abiertos para recibirte. No seas indiferente con el Señor.
Sea cual sea el tipo de distancia entre el Padre y tú, ¡hoy es un buen momento para regresar a Dios!
Regresa: el Padre te espera
Recuerda que Dios tiene compasión sin importar la situación en la que te encuentres. Él es compasivo siempre.
Ora, habla con Dios. Pídele perdón y reconcíliate con él.
Acércate al Padre como un hijo que ama y aprecia su compañía.
Jesucristo es nuestro ejemplo mayor como Hijo de Dios. Esfuérzate en parecerte más a él.
El Padre amoroso tiene sus brazos abiertos para recibirte. No seas indiferente con el Señor.
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Buenas Noches
Que tengas un lindo
descanso
ISAIAS-11!
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;
sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.
Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán.
Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.
Que tengas un lindo
descanso
ISAIAS-11!
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;
sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.
Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán.
Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.
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Buenas noches !Feliz domingo!Reflexión del domingo
“LA VERDAD NO SE NEGOCIA”
“Pues no somos como muchos, que medran falsificando la Palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo”. 2 Corintios 2:17.
La palabra “medrar” en griego es kapeleuo que significa “dedicarse a la reventa, traficar; vendedor de cosas de poco valor”. Esta palabra se usaba para mencionar a la persona que trataba de conseguir ganancias por medios deshonestos. Además Pablo usa la palabra “falsificar” que significa “diferente al original; burda imitación; copia falsa”, para referirse a los que adulteran la Palabra de Dios para obtener un beneficio personal.
Pablo les advierte a los corintios que muchos que parecían tener la verdad, predicaban sin entender el mensaje de Dios o sin importarles lo que pudiera sucederles a sus oyentes.
Los que medraban la Palabra no eran solo los predicadores, sino personas comunes que cambiaban el evangelio. No siempre el beneficio que querían obtener era monetario, muchas veces buscaban tener una mejor posición social, laboral o ministerial para evitar las burlas y desprecios de ciertos sectores sociales. Incluso para no ser expulsados de la familia por ir en contra de los principios tradicionales. Cualquiera fuera su motivación, quien parcializaba la verdad la estaba adulterando.
En contraste, los que seguimos fielmente el evangelio hablamos de Cristo con sinceridad. La palabra “sinceridad” significa “puro, libre de mezclas”. Así es el creyente fiel, habla la verdad sin adulterarla a pesar de las consecuencias que traiga el proclamarla.
Hoy somos presionados por el sistema a modificar la verdad. Somos presionados por amigos y familiares para dejar de lado los principios cristianos y cambiar nuestra ética y moral. Compañeros de trabajo y de estudios que muchas veces tratan de intimidarnos a través de burlas, amenazas y confrontaciones para que dejemos pasar muchas cosas que sabemos que a Dios no le agradan.
Sin embargo, somos llamados a ser misericordiosos y compasivos, pero eso no incluye cambiar la Palabra de Dios. Estamos del lado del apóstol Pablo, aunque muchos cambien la verdad para su propio beneficio, nosotros no lo haremos. Hablaremos siempre con sinceridad de parte de Dios, conscientes de que un día daremos cuenta de nuestras acciones y palabras.
El mundo necesita saber la verdad, lo único que puede hacer libres a los que aún no conocen a Cristo. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32.
“LA VERDAD NO SE NEGOCIA”
“Pues no somos como muchos, que medran falsificando la Palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo”. 2 Corintios 2:17.
La palabra “medrar” en griego es kapeleuo que significa “dedicarse a la reventa, traficar; vendedor de cosas de poco valor”. Esta palabra se usaba para mencionar a la persona que trataba de conseguir ganancias por medios deshonestos. Además Pablo usa la palabra “falsificar” que significa “diferente al original; burda imitación; copia falsa”, para referirse a los que adulteran la Palabra de Dios para obtener un beneficio personal.
Pablo les advierte a los corintios que muchos que parecían tener la verdad, predicaban sin entender el mensaje de Dios o sin importarles lo que pudiera sucederles a sus oyentes.
Los que medraban la Palabra no eran solo los predicadores, sino personas comunes que cambiaban el evangelio. No siempre el beneficio que querían obtener era monetario, muchas veces buscaban tener una mejor posición social, laboral o ministerial para evitar las burlas y desprecios de ciertos sectores sociales. Incluso para no ser expulsados de la familia por ir en contra de los principios tradicionales. Cualquiera fuera su motivación, quien parcializaba la verdad la estaba adulterando.
En contraste, los que seguimos fielmente el evangelio hablamos de Cristo con sinceridad. La palabra “sinceridad” significa “puro, libre de mezclas”. Así es el creyente fiel, habla la verdad sin adulterarla a pesar de las consecuencias que traiga el proclamarla.
Hoy somos presionados por el sistema a modificar la verdad. Somos presionados por amigos y familiares para dejar de lado los principios cristianos y cambiar nuestra ética y moral. Compañeros de trabajo y de estudios que muchas veces tratan de intimidarnos a través de burlas, amenazas y confrontaciones para que dejemos pasar muchas cosas que sabemos que a Dios no le agradan.
Sin embargo, somos llamados a ser misericordiosos y compasivos, pero eso no incluye cambiar la Palabra de Dios. Estamos del lado del apóstol Pablo, aunque muchos cambien la verdad para su propio beneficio, nosotros no lo haremos. Hablaremos siempre con sinceridad de parte de Dios, conscientes de que un día daremos cuenta de nuestras acciones y palabras.
El mundo necesita saber la verdad, lo único que puede hacer libres a los que aún no conocen a Cristo. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32.
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Una actitud refrescante…
A lo largo de mi vida en la iglesia, he visto que hay una serie de prácticas relacionadas con la humildad que suelen considerarse deseables, tales como:
• Decir que no se nos da bien algo en lo que somos claramente talentosos,
• Destacar nuestra pequeñez, y nuestra incapacidad de hacer las cosas por nosotros mismos
• Dar en seguida la gloria de Dios por cualquier cumplido que nos puedan hacer
¿Esto te suena familiar? Recuerdo de hecho que, cuando conocí al Señor, solía escuchar testimonios de personas que se habían sentido llamadas a servir a Dios en diferentes áreas. Una cosa que me llamaba la atención es que muchas de ellas explicaban cómo al principio no se lo podían creer, y relataban su diálogo con Dios acerca de cómo era posible que ellas hubiesen sido escogidas para esa labor, si no eran dignas, y no se sentían capacitadas para ello.
De primeras, parece una actitud profundamente humilde, pero cuando analizamos todos los elementos mencionados arriba, hay un común denominador que se encuentra en el centro de la escena: el “yo”.
Déjame que te ilustre esto con el ejemplo de Moisés. Cuando Dios le llamó desde la zarza ardiente, Moisés discutió varias veces con el Señor, diciéndole lo torpe de palabra e inadecuado que era para la tarea, y animándole a buscar a otro. Podríamos pensar que Dios debería estar contento con su actitud humilde, pero en realidad dice la Biblia que llegó un punto en el que Dios “se enojó contra Moisés” (Éxodo 4:14).
¿Por qué crees que esta actitud molestó a Dios? Porque es una falsa humildad. Moisés estaba mirándose a sí mismo, en lugar de a Dios. La fe nos lleva a poner nuestra mirada en Él, y a caminar en Su Palabra, no a dudar debido a nuestra pequeñez.
La humildad auténtica consiste en apartarse uno mismo de la ecuación. En la práctica, y siguiendo los ejemplos anteriores, podría ser algo como:
• Reconoce con sencillez aquellas cosas que se te dan bien. Seguro que hay otras muchas que no se te dan tan bien, así que ¡no hay motivo para el orgullo! =)
• Destaca la obra de Dios sobre tu vida, y las cosas preciosas que Él está haciendo.
• Cuando te hagan un cumplido, di con una gran sonrisa: “¡Gracias, lo aprecio enormemente!”. Así, la otra persona se sentirá bendecida al saber que te ha animado, y podréis cambiar rápidamente de tema ;)
• Y cuando Dios te llame a hacer algo, dile: “No sé cómo lo vas a hacer, pero heme aquí. ¡Vamos a por ello!” =)
Querido/a amigo/a, ¡la humildad auténtica es tan refrescante! Que en este día puedas dejar cualquier fórmula o apariencia a un lado, y que puedas disfrutar de conversaciones genuinas, sencillas y refrescantes.
¡Eres un Milagro!
#Dia4
#Plan
#planHumildad7claves
#paraser
#perfectamente
#humildes
A lo largo de mi vida en la iglesia, he visto que hay una serie de prácticas relacionadas con la humildad que suelen considerarse deseables, tales como:
• Decir que no se nos da bien algo en lo que somos claramente talentosos,
• Destacar nuestra pequeñez, y nuestra incapacidad de hacer las cosas por nosotros mismos
• Dar en seguida la gloria de Dios por cualquier cumplido que nos puedan hacer
¿Esto te suena familiar? Recuerdo de hecho que, cuando conocí al Señor, solía escuchar testimonios de personas que se habían sentido llamadas a servir a Dios en diferentes áreas. Una cosa que me llamaba la atención es que muchas de ellas explicaban cómo al principio no se lo podían creer, y relataban su diálogo con Dios acerca de cómo era posible que ellas hubiesen sido escogidas para esa labor, si no eran dignas, y no se sentían capacitadas para ello.
De primeras, parece una actitud profundamente humilde, pero cuando analizamos todos los elementos mencionados arriba, hay un común denominador que se encuentra en el centro de la escena: el “yo”.
Déjame que te ilustre esto con el ejemplo de Moisés. Cuando Dios le llamó desde la zarza ardiente, Moisés discutió varias veces con el Señor, diciéndole lo torpe de palabra e inadecuado que era para la tarea, y animándole a buscar a otro. Podríamos pensar que Dios debería estar contento con su actitud humilde, pero en realidad dice la Biblia que llegó un punto en el que Dios “se enojó contra Moisés” (Éxodo 4:14).
¿Por qué crees que esta actitud molestó a Dios? Porque es una falsa humildad. Moisés estaba mirándose a sí mismo, en lugar de a Dios. La fe nos lleva a poner nuestra mirada en Él, y a caminar en Su Palabra, no a dudar debido a nuestra pequeñez.
La humildad auténtica consiste en apartarse uno mismo de la ecuación. En la práctica, y siguiendo los ejemplos anteriores, podría ser algo como:
• Reconoce con sencillez aquellas cosas que se te dan bien. Seguro que hay otras muchas que no se te dan tan bien, así que ¡no hay motivo para el orgullo! =)
• Destaca la obra de Dios sobre tu vida, y las cosas preciosas que Él está haciendo.
• Cuando te hagan un cumplido, di con una gran sonrisa: “¡Gracias, lo aprecio enormemente!”. Así, la otra persona se sentirá bendecida al saber que te ha animado, y podréis cambiar rápidamente de tema ;)
• Y cuando Dios te llame a hacer algo, dile: “No sé cómo lo vas a hacer, pero heme aquí. ¡Vamos a por ello!” =)
Querido/a amigo/a, ¡la humildad auténtica es tan refrescante! Que en este día puedas dejar cualquier fórmula o apariencia a un lado, y que puedas disfrutar de conversaciones genuinas, sencillas y refrescantes.
¡Eres un Milagro!
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*_Palabras que hablan_*
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?”
Salmos 27:1 _(JBS )_
Cuando el hombre está al límite en sus emociones, se siente inseguro, se aferra a sus miserias, a una sola manera de pensar; se torna intolerante, no acepta el consejo, no arriesga nada y no hace nada para cambiar.
Con muy poco pasa de la inseguridad y el temor a un estado de violencia y desenfreno, perdiendo toda capacidad de mantenerse en control y gestionar una solución a sus problemas.
El conflicto y el desánimo son contagiosos mientras que a la paz hay que buscarla y seguirla...
El Señor te ofrece su paz en medio de todo conflicto, Él quiere ser tu luz y tu salvación; quiere ser la fortaleza de tu vida.
Confía y descansa en Él…
Tu temor se irá desvaneciendo y tendrás su paz en medio de la adversidad.
Puedes orar así:
Querido Dios, llena mi corazón de tu paz, trae luz a mi vida, sé mi fortaleza y disipa todo mi temor.
En el nombre de Jesús, amén.
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?”
Salmos 27:1 _(JBS )_
Cuando el hombre está al límite en sus emociones, se siente inseguro, se aferra a sus miserias, a una sola manera de pensar; se torna intolerante, no acepta el consejo, no arriesga nada y no hace nada para cambiar.
Con muy poco pasa de la inseguridad y el temor a un estado de violencia y desenfreno, perdiendo toda capacidad de mantenerse en control y gestionar una solución a sus problemas.
El conflicto y el desánimo son contagiosos mientras que a la paz hay que buscarla y seguirla...
El Señor te ofrece su paz en medio de todo conflicto, Él quiere ser tu luz y tu salvación; quiere ser la fortaleza de tu vida.
Confía y descansa en Él…
Tu temor se irá desvaneciendo y tendrás su paz en medio de la adversidad.
Puedes orar así:
Querido Dios, llena mi corazón de tu paz, trae luz a mi vida, sé mi fortaleza y disipa todo mi temor.
En el nombre de Jesús, amén.
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