*_Palabras que hablan_*
“Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan.”
Efesios 5:15-17 _(NTV)_
¡Qué palabras tan actuales...!
Pensar que son parte de la carta del Apóstol Pablo a los cristianos que vivían en Éfeso hace casi dos mil años, y es tan actual para nosotros que parecen haberse escrito el día de hoy...
Nadie quiere voluntariamente vivir como un necio, pero en realidad, todos se sienten sabios en su propio error...
La mejor medida, el mejor parámetro, el mejor indicador para no _andar como necios_ es conocer y aplicar la Palabra de Dios; la única que te puede guiar a hacer lo que el Señor quiere que hagas...
Podrás sentirte sabio, pero no quiere decir que andes en lo correcto.
Son los frutos, que a pesar de toda incomodidad y dolor, indicarán si estás por el camino que debes andar haciendo lo que debes hacer.
Toma un tiempo cada día para evaluarte y calificar tu andar pero cuidado, no lo hagas según tu parecer sino según el parámetro de Dios; el de su Palabra...
El aplauso de algunos no es el indicador.
“Es mejor oír la reprensión de los sabios que oír las alabanzas de los necios.”_(Eclesiastés 7:5)_
Sin dudas, si permaneces, andarás como “sabio”, con una sabiduría importada de lo alto; divina, sobrenatural, y ya nada será igual.
Puedes orar así:
Querido Dios, a veces me cuesta tomar tiempo contigo y dejarme guiar por tu palabra sin contaminarla con mis pensamientos y al fin de cuentas actúo sin tu dirección.
Ni siquiera me detengo a evaluar si lo que hago está bien o si es lo que tengo que hacer.
Abre mis ojos y dame discernimiento para oír tu voz.
En el nombre de Jesús, amén.
“Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan.”
Efesios 5:15-17 _(NTV)_
¡Qué palabras tan actuales...!
Pensar que son parte de la carta del Apóstol Pablo a los cristianos que vivían en Éfeso hace casi dos mil años, y es tan actual para nosotros que parecen haberse escrito el día de hoy...
Nadie quiere voluntariamente vivir como un necio, pero en realidad, todos se sienten sabios en su propio error...
La mejor medida, el mejor parámetro, el mejor indicador para no _andar como necios_ es conocer y aplicar la Palabra de Dios; la única que te puede guiar a hacer lo que el Señor quiere que hagas...
Podrás sentirte sabio, pero no quiere decir que andes en lo correcto.
Son los frutos, que a pesar de toda incomodidad y dolor, indicarán si estás por el camino que debes andar haciendo lo que debes hacer.
Toma un tiempo cada día para evaluarte y calificar tu andar pero cuidado, no lo hagas según tu parecer sino según el parámetro de Dios; el de su Palabra...
El aplauso de algunos no es el indicador.
“Es mejor oír la reprensión de los sabios que oír las alabanzas de los necios.”_(Eclesiastés 7:5)_
Sin dudas, si permaneces, andarás como “sabio”, con una sabiduría importada de lo alto; divina, sobrenatural, y ya nada será igual.
Puedes orar así:
Querido Dios, a veces me cuesta tomar tiempo contigo y dejarme guiar por tu palabra sin contaminarla con mis pensamientos y al fin de cuentas actúo sin tu dirección.
Ni siquiera me detengo a evaluar si lo que hago está bien o si es lo que tengo que hacer.
Abre mis ojos y dame discernimiento para oír tu voz.
En el nombre de Jesús, amén.
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#Dia5
#perdon
#rencor
#theGrudge
#Plandelectura
#plan
#Perdonando
“Además respondió Jehová a Job, y dijo: ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto. Entonces respondió Job a Jehová, y dijo: He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. Una vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a hablar. Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo: Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás. ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?”
JOB 40:1-8 RVR1960
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;”
FILIPENSES 2:14-15 RVR1960
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#perdon
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#Perdonando
“Además respondió Jehová a Job, y dijo: ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto. Entonces respondió Job a Jehová, y dijo: He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. Una vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a hablar. Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo: Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás. ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?”
JOB 40:1-8 RVR1960
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;”
FILIPENSES 2:14-15 RVR1960
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Perdón en el desierto
"Dios, de verdad estoy molesta contigo", murmuré mientras golpeaba mi Biblia contra mi gaveta de la mesa de noche. No se sentía ya como casa, no se sentía nada real. Por casi un año no me había sentido como yo misma, a medida que la ansiedad y la depresión arropaba mi mente.
Peleé, desesperadamente tratando de reclamar quién era antes—alguien que veía a Jesús como un amigo querido, conocía a Dios de una forma profundamente personal, y sentía al Espíritu moverse dentro y fuera en cada parte de mi día. Pero entre criar cuatro salvajes y maravillosos niños, haciendo malabares con el trabajo y animando a otros a confiar en Dios con todos sus corazones, había olvidado confiar en Él con el mío.
Estaba enojada de que Dios me dejara caminar en el desierto, esta temporada de no sentir Su presencia y sentirme atrapada en mi propia mente. Odiaba el desierto.
En mi enojo y frustración, me tomó meses encontrar la fuerza para abrir mi Biblia. Pasé la mayoría del tiempo gritándole a Dios. ¿Y sabes qué? Descubrí que Dios puede aguantarlo, puede aguantar mi enojo, puede aguantar mis berrinches, puede aguantárselo todo.
Un día finalmente encontré el valor de abrir mi Biblia y me descubrí a mí misma en la historia de Job. Quizá no había perdido mis ovejas (bueno, nunca tuve ovejas para empezar) o a mis hijos, o mi casa, pero había sentido el peso de los ataques del enemigo de todos lados. Sabía que, como Job, tenía el espacio para enojarme pero también para perdonar a Dios y recordar Su soberanía.
Aquí hay algunas cosas que aprendí acerca de cómo perdonar a Dios luego que has sido herido. Espero que te ayuden a caminar en el perdón también.
1. Recuerda que Dios siempre está obrando en todas las cosas para tu bien. Él puede permitir que pasen cosas malas. ¡Dios nunca prometió rayos de sol y rosas todos los días! Puede que los problemas y los pesares se acumulen al punto que estás gritándole a Él, pero Él lo puede aguantar, y siempre está trabajando para tu bien.
2. Permite que tu ofensa se convierta en la oportunidad para conocer a Dios más íntimamente. Sinceramente puedo decir que cada día oscuro en mi caminar con el Señor solo me ha llevado a estar más cerca de Él, incluso si le he gritado como una niñita rehusandose a comerse el brócoli en la cena. El desierto siempre nos puede acercar a Él.
3. Sé agradecido y bájale a la queja. A Dios no le gusta nuestra queja y discusión (Filipenses 2:14). Se nos dice que debemos ser agradecidos en todas las circunstancias, no por todas las circunstancias. Como le digo a mis hijos, ¡mira tu actitud, por favor!
4. Recuerda, Dios no ha hecho nada malo, pero aún así está bien perdonarlo. Esto fue clave para mi sanidad. Es fácil culpar a Dios cuando las cosas no salen como queremos porque creemos que Él no está para sostenernos, pero Dios no está en lo malo. Él nunca busca herirnos o hacernos sufrir sin razón, pero sigue estando bien perdonarlo porque nos puede ayudar a comenzar a ser sanados y a caminar en una relación más sana con Él.
Y déjame decirte, sanidad comenzó. Una sanidad que yo pensé que no sería posible en esos días que fueron los más oscuros y enojados del desierto. No estaba segura que llegaría al punto en el que perdonaría completamente a Dios, pero ahora puedo decir que estamos caminando en un nuevo ritmo que se siente como algo que nunca antes había conocido. Se siente fresco y diferente. Y nunca hubiese podido experimentar esta intimidad si no hubiese sido por ese desierto que tanto desprecié. Así que quizá el desierto no es tan malo después de todo.
—Kara-Kae, encontrando perdón en el desierto
Oración: Dios, gracias por Tu paciencia, bondad y gracia. Gracias por escuchar mi oración y ser capaz de manejar mis emociones, aún cuando estoy molesta y enojada contigo. Ayúdame a aceptar esas temporadas de desierto como oportunidades para redescubrir a Ti y a Tu bondad.
"Dios, de verdad estoy molesta contigo", murmuré mientras golpeaba mi Biblia contra mi gaveta de la mesa de noche. No se sentía ya como casa, no se sentía nada real. Por casi un año no me había sentido como yo misma, a medida que la ansiedad y la depresión arropaba mi mente.
Peleé, desesperadamente tratando de reclamar quién era antes—alguien que veía a Jesús como un amigo querido, conocía a Dios de una forma profundamente personal, y sentía al Espíritu moverse dentro y fuera en cada parte de mi día. Pero entre criar cuatro salvajes y maravillosos niños, haciendo malabares con el trabajo y animando a otros a confiar en Dios con todos sus corazones, había olvidado confiar en Él con el mío.
Estaba enojada de que Dios me dejara caminar en el desierto, esta temporada de no sentir Su presencia y sentirme atrapada en mi propia mente. Odiaba el desierto.
En mi enojo y frustración, me tomó meses encontrar la fuerza para abrir mi Biblia. Pasé la mayoría del tiempo gritándole a Dios. ¿Y sabes qué? Descubrí que Dios puede aguantarlo, puede aguantar mi enojo, puede aguantar mis berrinches, puede aguantárselo todo.
Un día finalmente encontré el valor de abrir mi Biblia y me descubrí a mí misma en la historia de Job. Quizá no había perdido mis ovejas (bueno, nunca tuve ovejas para empezar) o a mis hijos, o mi casa, pero había sentido el peso de los ataques del enemigo de todos lados. Sabía que, como Job, tenía el espacio para enojarme pero también para perdonar a Dios y recordar Su soberanía.
Aquí hay algunas cosas que aprendí acerca de cómo perdonar a Dios luego que has sido herido. Espero que te ayuden a caminar en el perdón también.
1. Recuerda que Dios siempre está obrando en todas las cosas para tu bien. Él puede permitir que pasen cosas malas. ¡Dios nunca prometió rayos de sol y rosas todos los días! Puede que los problemas y los pesares se acumulen al punto que estás gritándole a Él, pero Él lo puede aguantar, y siempre está trabajando para tu bien.
2. Permite que tu ofensa se convierta en la oportunidad para conocer a Dios más íntimamente. Sinceramente puedo decir que cada día oscuro en mi caminar con el Señor solo me ha llevado a estar más cerca de Él, incluso si le he gritado como una niñita rehusandose a comerse el brócoli en la cena. El desierto siempre nos puede acercar a Él.
3. Sé agradecido y bájale a la queja. A Dios no le gusta nuestra queja y discusión (Filipenses 2:14). Se nos dice que debemos ser agradecidos en todas las circunstancias, no por todas las circunstancias. Como le digo a mis hijos, ¡mira tu actitud, por favor!
4. Recuerda, Dios no ha hecho nada malo, pero aún así está bien perdonarlo. Esto fue clave para mi sanidad. Es fácil culpar a Dios cuando las cosas no salen como queremos porque creemos que Él no está para sostenernos, pero Dios no está en lo malo. Él nunca busca herirnos o hacernos sufrir sin razón, pero sigue estando bien perdonarlo porque nos puede ayudar a comenzar a ser sanados y a caminar en una relación más sana con Él.
Y déjame decirte, sanidad comenzó. Una sanidad que yo pensé que no sería posible en esos días que fueron los más oscuros y enojados del desierto. No estaba segura que llegaría al punto en el que perdonaría completamente a Dios, pero ahora puedo decir que estamos caminando en un nuevo ritmo que se siente como algo que nunca antes había conocido. Se siente fresco y diferente. Y nunca hubiese podido experimentar esta intimidad si no hubiese sido por ese desierto que tanto desprecié. Así que quizá el desierto no es tan malo después de todo.
—Kara-Kae, encontrando perdón en el desierto
Oración: Dios, gracias por Tu paciencia, bondad y gracia. Gracias por escuchar mi oración y ser capaz de manejar mis emociones, aún cuando estoy molesta y enojada contigo. Ayúdame a aceptar esas temporadas de desierto como oportunidades para redescubrir a Ti y a Tu bondad.
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Dear God,
Thank You for those who are battling feelings of rejection and not being enough. Remind them that their value is not based on opinions or past experiences, but on Your unchanging love. You chose them before the foundation of the world, and in You, they are accepted, loved, and enough. Fill every empty place in their heart with Your truth and silence every lie that tries to steal their identity.
As Ephesians 1:4 says, “Even before he made the world, God loved us and chose us in Christ to be holy and without fault in his eyes.” Help them to walk confidently in that truth today.
In Jesus’ name, amen. 🙏
Querido Dios,
Gracias por aquellos que están luchando contra los sentimientos de rechazo y no ser suficientes. Recuérdales que su valor no se basa en opiniones o experiencias pasadas, sino en tu amor inmutable. Los elegiste antes de la fundación del mundo, y en Ti, son aceptados, amados y suficientes. Llena cada lugar vacío en su corazón con Tu verdad y silencia cada mentira que intenta robar su identidad.
Como dice Efesios 1:4: "Incluso antes de hacer el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para ser santos y sin culpa a sus ojos". Ayúdalos a caminar con confianza en esa verdad hoy.
En el nombre de Jesús, amén. 🙏
Thank You for those who are battling feelings of rejection and not being enough. Remind them that their value is not based on opinions or past experiences, but on Your unchanging love. You chose them before the foundation of the world, and in You, they are accepted, loved, and enough. Fill every empty place in their heart with Your truth and silence every lie that tries to steal their identity.
As Ephesians 1:4 says, “Even before he made the world, God loved us and chose us in Christ to be holy and without fault in his eyes.” Help them to walk confidently in that truth today.
In Jesus’ name, amen. 🙏
Querido Dios,
Gracias por aquellos que están luchando contra los sentimientos de rechazo y no ser suficientes. Recuérdales que su valor no se basa en opiniones o experiencias pasadas, sino en tu amor inmutable. Los elegiste antes de la fundación del mundo, y en Ti, son aceptados, amados y suficientes. Llena cada lugar vacío en su corazón con Tu verdad y silencia cada mentira que intenta robar su identidad.
Como dice Efesios 1:4: "Incluso antes de hacer el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para ser santos y sin culpa a sus ojos". Ayúdalos a caminar con confianza en esa verdad hoy.
En el nombre de Jesús, amén. 🙏
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Aviso importante escuchen por favor y sepan nosotros no somos parte de estos comentarios hay gente sin temor tengamos cuidado por favor no somos responsables de estás cosas nuestro único propósito es que el mensaje llegue alas naciones iglesia
Gracias por su comprensión
Su hermana PatyC
Administración
Gracias por su comprensión
Su hermana PatyC
Administración
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Plan de lectura-Tormenta en la travesia
Dia#3
«Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.»
SAN MARCOS 5:1 RVR1960
«Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.»
ISAÍAS 43:2 RVR1960
«echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.»
1 PEDRO 5:7 RVR1960
«Y soplando una brisa del sur, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, levaron anclas e iban costeando Creta. Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón. Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar. Y habiendo corrido a sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife. Y una vez subido a bordo, usaron de refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva. Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar, y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave. Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.»
HECHOS 27:13-20 RVR1960
«De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.»
JOB 42:5 RVR1960
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Dia#3
«Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.»
SAN MARCOS 5:1 RVR1960
«Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.»
ISAÍAS 43:2 RVR1960
«echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.»
1 PEDRO 5:7 RVR1960
«Y soplando una brisa del sur, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, levaron anclas e iban costeando Creta. Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón. Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar. Y habiendo corrido a sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife. Y una vez subido a bordo, usaron de refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva. Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar, y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave. Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.»
HECHOS 27:13-20 RVR1960
«De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.»
JOB 42:5 RVR1960
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Día 3: La tormenta y el "otro lado"
Las tormentas de la vida no son meros obstáculos, sino oportunidades para crecimiento y transformación. A través de ellas, somos capacitados para enfrentar los desafíos que nos esperan "al otro lado". Hoy, exploraremos cómo la experiencia de la tormenta en el mar de Galilea preparó a los discípulos para su misión, y cómo la promesa de la presencia de Jesús nos sostiene en medio de las adversidades.
La promesa de la presencia, no la ausencia de tormentas
Finalmente, tal como Jesús lo prometió, sus discípulos llegaron al otro lado del lago. Esta travesía nos recuerda que Jesús siempre cumple sus promesas. Sin embargo, su promesa más grande no es la ausencia de problemas, sino su presencia constante en medio de ellos. Como dice Isaías 43:2: "Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas". Su promesa es: "Yo estaré con ustedes". Él está con nosotros cuando atravesamos el fuego y las aguas de la vida.
La soberanía de Dios en medio de la tormenta
A menudo, pensamos que confiar en Jesús significa que Él calmará todas nuestras tormentas y nos salvará de cada dificultad. Sin duda, Dios tiene el poder para hacerlo, y a veces lo hace. Sin embargo, como vemos en la vida de Pablo (Hechos 27), Dios no siempre calma la tormenta, incluso para aquellos con una fe profunda. En el caso de los discípulos en el lago, su falta de fe fue evidente. Pero el calmar o no la tormenta no depende de nuestra fe, sino de la soberana voluntad de Dios. Dios fortaleció a Pablo para soportar la tormenta con una fe inquebrantable. A veces, Dios nos libra de los problemas; otras veces, nos sostiene durante ellos; en ocasiones, nos rescata de la muerte física; y a veces, usa nuestra muerte para glorificar su nombre.
Aprendiendo de la experiencia
Lo que Pedro entendió y enseñó es fundamental: "Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes" (1 Pedro 5:7). Esta es la esencia del discipulado: caminar tras la cruz de Cristo, confiando en el cuidado de Dios en cada circunstancia. Pedro, habiendo experimentado la tormenta y la calma, aprendió a confiar en Jesús en todo momento, entregando sus ansiedades a Aquel que cuida de él.
¿Cómo responder a esta Palabra?
• Reconocer: Delante de Dios, debemos reconocer nuestra insuficiencia para enfrentar las situaciones, incluso aquellas en las que creemos tener mucha experiencia. Cultivar una actitud de humildad y dependencia en Dios es esencial.
• Agradecer: Nuestra actitud ante las dificultades debe ser de gratitud, sabiendo que forman parte de nuestro crecimiento y madurez. Debemos erradicar la queja de nuestro lenguaje y reemplazarla con acción de gracias.
• Admirar: Las nuevas dimensiones del carácter de Dios reveladas en medio de la tormenta nos permiten conocerlo de manera más íntima y experiencial. Como Job, podemos decir: "De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven." (Job 42:5).
• Confiar: Una fe madura en el Señor es la medida de nuestro progreso en la travesía del discipulado. Confiar es entregarnos plenamente a Jesús y a su voluntad en nuestra vida.
La travesía del discipulado no es un camino libre de tormentas, sino un viaje de constante aprendizaje y crecimiento en la confianza en Dios. Que podamos responder a su Palabra con reconocimiento, gratitud, admiración y confianza, permitiendo que Él nos transforme a su imagen. La tormenta nos capacita para el "otro lado", fortaleciendo nuestra fe y profundizando nuestra relación con el Maestro que camina con nosotros en cada paso del camino.
#Dia3
#Plan
#planlecturaTormemta
#enla
#travesia
#plancompleto
#ultimodia
Las tormentas de la vida no son meros obstáculos, sino oportunidades para crecimiento y transformación. A través de ellas, somos capacitados para enfrentar los desafíos que nos esperan "al otro lado". Hoy, exploraremos cómo la experiencia de la tormenta en el mar de Galilea preparó a los discípulos para su misión, y cómo la promesa de la presencia de Jesús nos sostiene en medio de las adversidades.
La promesa de la presencia, no la ausencia de tormentas
Finalmente, tal como Jesús lo prometió, sus discípulos llegaron al otro lado del lago. Esta travesía nos recuerda que Jesús siempre cumple sus promesas. Sin embargo, su promesa más grande no es la ausencia de problemas, sino su presencia constante en medio de ellos. Como dice Isaías 43:2: "Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas". Su promesa es: "Yo estaré con ustedes". Él está con nosotros cuando atravesamos el fuego y las aguas de la vida.
La soberanía de Dios en medio de la tormenta
A menudo, pensamos que confiar en Jesús significa que Él calmará todas nuestras tormentas y nos salvará de cada dificultad. Sin duda, Dios tiene el poder para hacerlo, y a veces lo hace. Sin embargo, como vemos en la vida de Pablo (Hechos 27), Dios no siempre calma la tormenta, incluso para aquellos con una fe profunda. En el caso de los discípulos en el lago, su falta de fe fue evidente. Pero el calmar o no la tormenta no depende de nuestra fe, sino de la soberana voluntad de Dios. Dios fortaleció a Pablo para soportar la tormenta con una fe inquebrantable. A veces, Dios nos libra de los problemas; otras veces, nos sostiene durante ellos; en ocasiones, nos rescata de la muerte física; y a veces, usa nuestra muerte para glorificar su nombre.
Aprendiendo de la experiencia
Lo que Pedro entendió y enseñó es fundamental: "Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes" (1 Pedro 5:7). Esta es la esencia del discipulado: caminar tras la cruz de Cristo, confiando en el cuidado de Dios en cada circunstancia. Pedro, habiendo experimentado la tormenta y la calma, aprendió a confiar en Jesús en todo momento, entregando sus ansiedades a Aquel que cuida de él.
¿Cómo responder a esta Palabra?
• Reconocer: Delante de Dios, debemos reconocer nuestra insuficiencia para enfrentar las situaciones, incluso aquellas en las que creemos tener mucha experiencia. Cultivar una actitud de humildad y dependencia en Dios es esencial.
• Agradecer: Nuestra actitud ante las dificultades debe ser de gratitud, sabiendo que forman parte de nuestro crecimiento y madurez. Debemos erradicar la queja de nuestro lenguaje y reemplazarla con acción de gracias.
• Admirar: Las nuevas dimensiones del carácter de Dios reveladas en medio de la tormenta nos permiten conocerlo de manera más íntima y experiencial. Como Job, podemos decir: "De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven." (Job 42:5).
• Confiar: Una fe madura en el Señor es la medida de nuestro progreso en la travesía del discipulado. Confiar es entregarnos plenamente a Jesús y a su voluntad en nuestra vida.
La travesía del discipulado no es un camino libre de tormentas, sino un viaje de constante aprendizaje y crecimiento en la confianza en Dios. Que podamos responder a su Palabra con reconocimiento, gratitud, admiración y confianza, permitiendo que Él nos transforme a su imagen. La tormenta nos capacita para el "otro lado", fortaleciendo nuestra fe y profundizando nuestra relación con el Maestro que camina con nosotros en cada paso del camino.
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#travesia
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DEVOCIONAL: EL DESCANSO EN DIOS TRAE ALIVIO A TU VIDA
¿Te sientes cansado hoy? Las presiones cotidianas en el tránsito, el trabajo, los estudios, la familia y la iglesia, junto con todos los compromisos, los cobros, los plazos, los horarios, los límites... ¡¡Aahh!! ¿Te parece que todo ese "corre-corre" diario sobrecarga tu vida y te absorbe las fuerzas? Si llevas mucho tiempo viviendo "en automático" repitiendo día tras día todas las tareas que necesitas hacer sin separar tiempo para descansar plenamente... es tiempo de ir a Jesús.
Recuerda que el cansancio roba tu disposición y la posibilidad de disfrutar lo bueno de esta vida. No es la voluntad de Dios que vivamos subyugados a una carga tan pesada. No fue en vano que el propio Dios instituyó el día de descanso. ¡Hasta nos dio el ejemplo descansando después de la creación! Separa un tiempo para tener un encuentro con Jesucristo hoy. Él tiene el descanso y el alivio que necesitan tu corazón y tu mente.
Descansa en Dios y recibe alivio:
Acércate a Cristo en oración y comparte tu carga con él. Pídele que renueve tus fuerzas en este día.
Reconoce que Dios está en el control de tu vida. ¡No te aflijas pensando que estás solo, él te ayuda siempre!
Usa la rutina a tu favor - mientras trabajas, o cuando vas de camino al trabajo, eleva tu mente y tu corazón a Dios. Puedes escuchar alabanzas (¡y cantar, si es posible!), orar interiormente, aprovechar los intervalos para leer y meditar en la palabra de Dios.
Separa un día a la semana para pasar un tiempo a solas con Dios. Exponle todas las dificultades que enfrentaste durante la semana. Agradécele por todas las bendiciones que recibiste. Recibe la quietud de su paz y descansa en su presencia.
Disfruta la vida que el Señor te ha dado y dale gracias por todo lo que hace.
¿Te sientes cansado hoy? Las presiones cotidianas en el tránsito, el trabajo, los estudios, la familia y la iglesia, junto con todos los compromisos, los cobros, los plazos, los horarios, los límites... ¡¡Aahh!! ¿Te parece que todo ese "corre-corre" diario sobrecarga tu vida y te absorbe las fuerzas? Si llevas mucho tiempo viviendo "en automático" repitiendo día tras día todas las tareas que necesitas hacer sin separar tiempo para descansar plenamente... es tiempo de ir a Jesús.
Recuerda que el cansancio roba tu disposición y la posibilidad de disfrutar lo bueno de esta vida. No es la voluntad de Dios que vivamos subyugados a una carga tan pesada. No fue en vano que el propio Dios instituyó el día de descanso. ¡Hasta nos dio el ejemplo descansando después de la creación! Separa un tiempo para tener un encuentro con Jesucristo hoy. Él tiene el descanso y el alivio que necesitan tu corazón y tu mente.
Descansa en Dios y recibe alivio:
Acércate a Cristo en oración y comparte tu carga con él. Pídele que renueve tus fuerzas en este día.
Reconoce que Dios está en el control de tu vida. ¡No te aflijas pensando que estás solo, él te ayuda siempre!
Usa la rutina a tu favor - mientras trabajas, o cuando vas de camino al trabajo, eleva tu mente y tu corazón a Dios. Puedes escuchar alabanzas (¡y cantar, si es posible!), orar interiormente, aprovechar los intervalos para leer y meditar en la palabra de Dios.
Separa un día a la semana para pasar un tiempo a solas con Dios. Exponle todas las dificultades que enfrentaste durante la semana. Agradécele por todas las bendiciones que recibiste. Recibe la quietud de su paz y descansa en su presencia.
Disfruta la vida que el Señor te ha dado y dale gracias por todo lo que hace.
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