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Forwarded from David
Yo con mi novia asiática de 2 metros, programadora de inteligencia artificial y campeona de judo, mientras yo, orgulloso mestizo de la raza de bronce (1.50), le alcanzo las tortillas con dignidad ancestral. Los asiáticos solos son la raza superior, sí, pero cuando se mezclan con la sangre mesoamericana que sobrevivió a jaguares, y colonizadores, nace algo que la ciencia aún no está lista para entender: la raza verdaderamente superior. Agilidad felina, genética milenaria, tolerancia a cualquier adversidad y habilidades de cálculo mental que harían llorar hasta al mas intelectual. Somos el futuro, y ese futuro hace sentadillas con mi cuerpo como calentamiento y aún así me dice “Watashi no ai”.