Me gustaría decir que llama la atención cómo se cercenan unas mentes a otras. Pero no me llama la atención. Ya me he acostumbrado a verlo como algo consustancial a la naturaleza humana.

Tampoco distingo ya entre las mentes de mis semejantes y la mía propia.
Suelo reconocer en los demás mis propios patrones y comprender que la diferencia entre nuestras distintas manifestaciones es solamente una cuestión de expresiones y de represiones de diferentes facetas, y que eso es consecuencia de la confluencia entre bloqueos y distensiones.


A menudo me veo sembrando versiones de mi mismo a las que riego y cuido con mimo, y no veo que descuido las visiones de mi mismo que crecen como invasoras trepaderas en los márgenes de esos cultivos.

Así que siempre llegan unos días en los que me olvido de ese jardín de lo que quiero ser, me quedo reflexivo, tomando distancia sobre lo que ha sido y lo que es, para acomodarme en lo que está siendo..
En esos momentos reviso mis anhelos, mis expectativas, las esperanzas dejan de ser motivaciones para revelarse como consuelos.
Las dudas se quedan desnudas y se pueden ver tras sus velos como simples neurosis agudas, y suele suceder que todo termina en un gran suspiro que suele decir me la suda.

Luego observo como mi entorno se deforma y cambia. Se acomoda para desequilibrar mi nuevo vibrar, la porción justa para que la impermanencia siga teniendo lugar.

Y por supuesto al volver a salir al jardín de la mente a regar, contemplo como mi siembra ha sido marchita por ese sinfin de aspectos egoicos que suelo preferir ignorar..

A veces creo que son en realidad la verdad de mi ser más salvaje. El que no entiende de normas sociales, ni de calendarios u horarios, ni latitudes, ni de virtudes ni vicios, ni de sugeridos mandamientos morales.. Ni siquiera de cuerpos mortales.

Ni de oxireductasa si quiera xD

Te falta lo que tengo, convengo que te lo doy si tú me das tu tiempo.
Quieres lo que te vendo.
Lo necesitas para tenerlo.
Quieres realizarte en ese camino que he diseñado.
He sembrado tus sueños, los he disfrazado de un calor acogedor que les borra esa fragancia de horror y artificio.
He anulado tus artes, tus más bellas partes y las he intercambiado por una hedionda ficción llamada satisfacción por darle valor a tu cruel sacrificio.
Te he situado archivado en un gris edificio calefactado, dotado de un grifo del que mana agua muerta que viaja por tubos de regio metal oxidado.
Te hago llegar por un cable tu electricidad atada a una factura emitida por un artefacto contable para que puedas dar vida a tus chips de silicio..
Para que gastes tu vida observando una luz que te da facultad de opinar.
Quizá hasta te puedas ganar tu propina.. Y encontrarle un sentido a tu necesidad de luchar al verte abatido por saberte engullido por mi infame sistema de orden social carcomido.

Los susurros del síntoma extrapiramidal.
La caída en cascada de a los que sitúan en la casilla de salida y tienen que comer para no ser comidos.
La carrera de la rata en el almanaque del círculo con cuasi 6 grados extras, que quizá sean días que a las estaciones entre reseteos arrastran.