El virus neuronal de la falta de libertad que siempre ha tenido la ultraderecha, quitando nombres a calles, prohibiendo actos culturales, boicoteando libros y música, es decir, con la utilización de métodos de corte dictatorial, por desgracia, también ha calado en los que se suponen siempre iban a defender la libertad de expresión, y, así, el supuesto progresismo, actualmente pura demagogia, prohibe escritos y libros que van contra las políticas que se han llevado a cabo últimamente, como se da con todo aquello que sea crítico con el devenir pandémico.
Estas son la portada y la contraportada donde parece que no le gusta al progresismo lo que se dice, que no le guste a la ultraderecha normal, pero al progresismo ?, luego nos quejaremos del avance de la ultraderecha, lo cual se da por no defender las libertades por parte de la izquierda, de manera que el progresismo deja el campo libre al albur de la demagogia de esta ultraderecha, que todos sabemos si llegase al poder lo que realmente iba a hacer.