Si todo va bien la obra completa constará de dos tomos.

Un apasionante repaso a cómo descubrimos que la Vía Láctea no es sino una más de una miríada de galaxias.

Faltan aún muchos datos como para tener que preocuparnos definitivamente.

Matemáticas, criptografía y ChatGPT se dan cita en una revista de 142 páginas. Porque las ecuaciones también pueden ser divertidas.

Por fin se puede establecer una cronología de los hechos, aunque habrá que esperar al informe final para tener todos los datos.

Un solo coche autónomo entre veinte basta para suavizar los atascos y ahorrar combustible. La inteligencia artificial ya conduce mejor que muchas personas.

Recreaciones 3D de los juegos electrónicos clásicos en el navegador. Todo el encanto de las Game & Watch, pero sin que se agoten las pilas.

Fabricar puzles es otro nivel de rompecabezas: una fábrica que imprime 12.000 hojas por hora, troquela con 800 toneladas de presión y embala 3.400 millones de piezas.

La historia de este campo de la tecnología se caracteriza por la sucesión de épocas de grandes avances y otras de estancamiento, de las que quizás esté llegando otra.

Musk quiere OpenAI, pero Altman le devuelve la oferta ofreciéndole comprar Twitter. La IA y los egos pesan más que los ceros en la cuenta.

El «Proyecto pelícano» prometía misiles dirigidos por palomas condicionadas. No funcionó, pero seguro que fue todo un espectáculo.

Inteligencia artificial y astronomía se unen en una app que indica planetas y estrellas visibles. Si la contaminación lumínica lo permite.

Pueden aliviar la falta crónica de órganos a la que es enfrentan estos pacientes.

Las seleccionadas serán incluidas en el programa de la jornada, que se celebrará en mayo en Bilbao.

Antes los intermitentes hacían ruido por su mecanismo, hoy lo hacen por costumbre. Lo que sigue sin «sonar» es el sentido común de algunos.

La IA regulada a ritmo europeo: prohibiciones, riesgos y sanciones que se desplegarán hasta 2027. ¿Garantía de derechos o lastre tecnológico?

¿Sumar y restar? Fácil. ¿Hacerlo bien en binario, decimal y sin errores raros? Ahí empieza la odisea matemática de la calculadora de Android.

Una historia menor en la obre de Samuel R. Delany pero no por ello menos interesante.

Todo el pasaje ha sobrevivido.

¿Almacenar datos un siglo? La nube cobra, los discos se rompen, y las cintas se degradan. Quizá la única opción fiable siga siendo el papiro.