San Mateo 5:4. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

➋➎ 🅙🅤🅝🅘🅞

ೋ❀❀ೋ═══ •𝐒𝐀𝐁𝐈𝐃𝐔𝐑𝐈́𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐔 𝐀𝐋𝐌𝐀 ⚓ • ═══ೋ❀❀ೋ

𝚂𝚊𝚋𝚒𝚍𝚞𝚛𝚒́𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊.


"𝐏𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐚𝐛𝐢𝐝𝐮𝐫𝐢́𝐚 𝐭𝐞 𝐡𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨, 𝐘 𝐩𝐨𝐫 𝐯𝐞𝐫𝐞𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐫𝐞𝐜𝐡𝐚𝐬 𝐭𝐞 𝐡𝐞 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐚𝐧𝐝𝐚𝐫. 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐧𝐝𝐮𝐯𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬, 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐜𝐡𝐚𝐫𝐚́𝐧 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐨𝐬, 𝐘 𝐬𝐢 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬, 𝐧𝐨 𝐭𝐫𝐨𝐩𝐞𝐳𝐚𝐫𝐚́𝐬.
𝐏𝐫𝐨𝐯𝐞𝐫𝐛𝐢𝐨𝐬 𝟒:𝟏𝟏-𝟏𝟐"

A veces, la vida parece un laberinto de opciones, y no sabemos qué camino elegir.

Lo que necesitamos es la sabiduría de Dios para guiarnos. Nuestra primera fuente de conocimiento es su Palabra, aunque no es el fin. Con los preceptos bíblicos como base, Dios ofrece otras oportunidades que pueden ayudarnos a crecer en sabiduría.



𝐃𝐢𝐬𝐜𝐞𝐫𝐧𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨:
En vez de aceptar las ideas culturales, debemos comparar lo que escuchamos y vemos a nuestro alrededor, con lo que Dios ha dicho en su Palabra. Entonces reconoceremos el mal y el engaño para evitarlos.

𝐎𝐛𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧:
Al observar las acciones de las personas temerosas de Dios y de las impías, ganamos sabiduría. Al ver sus errores y sus éxitos, así como nuestro propio pasado, asimilamos las bendiciones de la obediencia y las consecuencias del pecado.

𝐂𝐨𝐧𝐬𝐞𝐣𝐨 𝐩𝐢𝐚𝐝𝐨𝐬𝐨:
El Señor algunas veces utilizará a otras personas para guiarnos (Pr 12.15). Ya sea que nos alienten o corrijan, podemos confiar en sus consejos cuando estén alineados con la Palabra de Dios y sean confirmados por la guía del Espíritu Santo.

𝐑𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐬𝐚𝐛𝐢𝐚𝐬:
Hay un gran beneficio en pasar tiempo con personas que conocen al Señor (Pr 13.20). Antes de entablar una relación, debemos saber lo que las personas valoran. Cuando identificamos a las que demuestran sabiduría, podemos cultivar una relación con ellas e imitar su discernimiento.

Dios quiere que prestemos atención y seamos cuidadosos a la hora de escoger a nuestros amigos. Sabiduría no es solo tener la información correcta; es la capacidad de percibir lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo mejor.

ೋ❀❀ೋ═══ •𝕭𝖊𝖓𝖉𝖊𝖈𝖎𝖉𝖔 𝖉𝖎́𝖆 🙏 • ═══ೋ❀❀ೋ

*_Palabras que hablan_*

“El Señor es quien te cuida, es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protege de todo mal, él protege tu vida.”
Salmos 121:5-7 _(BLPH)_

El hombre no sólo necesita la protección de su integridad física, sino también de su integridad espiritual y emocional…

Las heridas del corazón son las más difíciles de sanar; más aún cuando tratas de ocultarlas con tanto esfuerzo.

El Señor es quien se ocupa de cuidarte, es quien te cubre con su sombra protectora para que lo recio del sol de las dificultades no arremeta contra tí cuando no sabes cómo protegerte ni tienes fuerzas para hacerlo y tal vez llegaste a pensar que ya no tienes en quien confiar.

El Señor es también tu sombra protectora en las noches, para que la luz de la luna no perturbe tu descanso ni exponga tu lugar de reposo a los ojos de aquellos que sólo saben hacer daño desenterrando los recuerdos de lo que pasó y perturbando ese lugar secreto de tu corazón donde guardas aquellas cosas que sólo tú y el Señor conocen, pues sólo Él sabe tratar con ellas para darte verdadera libertad…

El Señor cuida de ti; el Señor te protege de todo mal que pueda venir a tu corazón y al de tu familia.

Confía; la dura verdad es mejor medicina que una dulce mentira; deja que Dios se ocupe de lo difícil.
Él cuida los corazones, sana las heridas y nos da nuevas fuerzas para volver a empezar libres de verdad.

Puedes orar así:
Querido Dios, a veces siento inseguridad e impotencia cuando ciertos recuerdos vienen a mi mente y me traen dolor; siento que es una amenaza para mi corazón y para mi familia.
Cúbreme con tu sombra protectora.
Sólo en ti puedo confiar.
En el nombre de Jesús, amén.

_Puedes escuchar una palabra de Dios *propicia para tu vida en este día* en el siguiente audio👇_

_Tema: *"Señor, aquí estoy"*_
_Citas Bíblicas 📖_
_*Josue 1:9 y Juan 14:6*_

La mujer pecadora que perfumó los pies de Jesús
En la Biblia hay una historia cautivadora, de una mujer pecadora que derramó un perfume sobre los pies de Jesús, y los secó con sus cabellos. Ella derramaba sus lágrimas sobre los pies de Jesús y besaba sus pies ungiéndolos con el perfume. Esa mujer pecadora fue salva, Jesús perdonó todos sus pecados.
Literalmente, a la misma vez que derramaba el perfume, ella misma se estaba derramando a los pies de su Salvador. Ella perfumó a Jesús, y él la perfumó con olor a Cristo. Desde que entregas tu vida a Jesús, tu perfume se activa y comienzas a tener ese olor fragante de salvación y vida eterna, tu olor es olor de Cristo.
Imagínate un perfume en un frasco impresionante y un olor cautivador, que está puesto en un estante y llama la atención de todos, ya sea por el frasco o por su rico olor. Pues tú eres ese perfume, que estás puesto en este mundo, y tienes olor a Cristo. Además hueles a fe, esperanza, amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, templanza y a mansedumbre.
Como esa mujer que derramó ese perfume sobre los pies de Jesús, derrámate tu también sobre él, sobre tu prójimo y sobre este mundo, con tu olor fragante a Cristo.
El mundo necesita tener ese olor fragante, el mundo necesita oler a vida eterna y a salvación. Si tú tienes ese olor fragante, pues déjalo que se esparza por todos lados, para que otros huelan tu rico aroma y quieran tener tú mismo olor.

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“Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es este, que también perdona pecados? Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.”
SAN LUCAS 7:36-50 RVR1960

Saludos iglesia *UNETE AL TIEMPO DE ORACIÓN* Con los hermanos Desde El Salvador 🇸🇻
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